Cuidar la piel desde edad temprana para evitar daños en el futuro

El uso del bloqueador solar a diario es un hábito de auto cuidado que los padres deberían fomentar en sus hijos desde pequeños como lo hacen con el lavado de dientes.

Sin embargo, para muchos, el tema solo adquiere importancia cuando se encuentran en climas cálidos o disfrutando de vacaciones en la playa o la piscina y olvidan que proteger la piel los niños debe ser una constante de todos los días ya que una buena parte de la actividad que desarrollan los pequeños en jardines infantiles y colegios transcurre al aire libre, ya sea durante los descansos o en las clases de educación física.

De hecho, en climas fríos o en invierno hay mayor riesgo de quemaduras por exposición solar, ya que por la altitud los rayos ultravioleta tipo A y tipo B si bien no se perciben  siempre están penetrando las capas superficiales de la piel. Por lo tanto, los padres no sólo debemos asegurarnos de que los pequeños tengan la debida protección solar cuando van al jardín o al colegio, sino ayudarles  a adquirir este hábito desde niños.

El cáncer de piel tiene una relación directa con la exposición al sol en diferentes momentos de la vida, pero lo que más hace aparecer esta enfermedad son las quemaduras que se adquieren en la infancia.

Así las quemaduras solares sufridas en los primeros 10 años de vida predisponen a la aparición muchos años después, en la vida adulta, de un tumor llamado melanoma maligno; las quemaduras solares sufridas en los primeros 19 años de vida predisponen al tumor más frecuente de la humanidad, que se llama el carcinoma basocelular que se da por el daño solar de manera continua y genera un daño acumulativo. Esto quiere decir que, aunque en la infancia no aparezcan las lesiones cancerígenas, sí es la etapa de la vida en la que se adquiere el riesgo o se originan las lesiones del cáncer de piel que se hará presente en la vida adulta.

Prevenir el cáncer de piel desde los primeros años

El sol es necesario para que el cuerpo metabolice el calcio, así como los beneficios para los niños de hacer actividades al aire libre. Sin embargo, hay que hacerlo con precaución pues las quemaduras solares son las que desencadenan el cáncer de piel en el largo plazo. Algunas medidas de prevención desde los primeros años son:

1. Enseñar a los niños a que tengan una rutina diaria, igual que el lavado de dientes. Usar bloqueador solar, un factor de protección mínimo de 30 o 35 en adelante. La selección de un protector solar debe hacerse de acuerdo al tipo de piel, pues no es lo mismo lo que requiere un niño a lo que requiere un adulto.
2. No olvidar reforzar la protección con medidas como sombreros, gorras, gafas, ropa de colores opacos y de manga larga.
3. Durante los fines de semana, evitar o reducir el tiempo de exposición al sol en las horas que más hay radiación, es decir, entre 10:00  y 15:00 horas.

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